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segunda-feira, 24 de abril de 2023

SELETA ACERVO LETRAS Y ARTES Nº3/Abril2023 * Acervo Letras y Artes - Brasil

POESIA DE VANGUARDIA: "MARAVILLISMO"
RAQEL ESCUDERO . ARGENTINA
Poesia embargada de la emocion de estar viv@s... entre el cielo y la tierra, con este cuerpo magnifico como otro universo esplendoroso!
&
*

*HOY ES LA QUEMA DE JUDAS*

*Autor: Ernesto Joan Da Silva Tineo*

*"El Ciclón de Margarita"*

*"Un Universo que Canta"*

*@elciclondemargarita*

I

Hoy es la quema de Judas.

Al fuego irán indeseables

Personajes detestables.

Entre la hoguera sin dudas.

Muchos por no dar ayudas.

Otros por hacer maldad.

Aunque una barbaridad.

Esto parecería ser.

Más de uno lo harán arder.

Sin protesto ni piedad.

II

Antiguamente se hacía.

Esto y un gran testamento.

Un poeta de talento.

En el pueblo componía.

Luego se presentaría.

Todo en una prefectura.

Después de darle lectura.

El Prefecto lo aprobaba.

Por la ley se reseñaba.

El acto sin tachadura.

III

En décimas a el fulano.

Judas bien se presentaba.

En un palo se amarraba.

Trajeado desde temprano.

Era relleno de plano.

Con fuegos artificiales.

Del Pueblo los naturales.

Del lugar iban a oir

A ese Judas repartir.

Su herencia y bienes mortales.

IV

De tarde hacia noche era.

Lectura del testamento.

Y el Judas entre lamento.

Repartía a la gente entera.

Sus bienes en gran manera.

Muchos iban a gozar.

Allí Riendo sin parar.

Más de uno salía molesto.

Si ese Judas por supuesto.

Una Vaina le iba a echar.

V

Bueno en este calendario.

Del día de hoy  quemaré.

Sin protestó acotaré.

Judas del bajo salario.

También sobre el escenario.

Del fuego echo al presidente.

Joe Biden firme de frente.

Al Judas Dolar global.

También quemo al infernal.

Judas Covid Mata Gente.

VI

Al Judas Malos Servicios.

Públicos quemó no en balde.

Quemo al Judas mal alcalde.

O alcaldesa por sus vicios.

Quemaré sin sacrificios.

Al Judas Gobernador.

O Gobernadora por.

No mostrarse competente.

Y Al Judas ladrón de gente.

En Comercio Explotador.

VII

Quemó al Judas Diputado.

Nacional o Regional.

Igual Judas Concejal.

Si poco al país le ha dado.

También quemó sin agrado.

A otros Judas en cuestión.

Al que bloqueo a esta mí nación.

Solicito impunemente.

Por actuar cobardemente.

Esos no tienen perdón.

VIII

Quemo al Judas Testaferro.

Al Político Corrupto.

Quien cometió el exabrupto.

De robar, pronto al destierro.

Lo condeno en el encierro.

De las llamas calcinado.

Espero sea, el mundo asqueado.

Está viviendo horas rudas.

Por esos malditos Judas.

Todo el planeta han saqueado.

IX

En la tierra quemaré 

Al Judas en claro edicto.

Propiciador del Conflicto.

De Guerra acaba la fe.

Otro demonio echaré.

A las llamas sin error.

Se trata del Violador.

Judas quien la pedofilia.

Practica y a la familia.

Causa miedo igual terror.

X

Cristo Rabid Celestial.

Líbranos con tus poderes.

De Los Judas viles seres.

Sembradores de odio y mal.

Condenales a infernal.

Espacio y a los desiertos.

Del olvido, con aciertos.

Lanza, pronto haz de volver 

Juzgando cómo ha de ser.

A los vivos y a los muertos. 

*

ESTUDIAR A CARLOS FONSECA 

 

Aldo Díaz Lacayo


Para los luchadores sandinistas, 

desde finales de los años cincuenta 

la figura de Carlos Fonseca 

se convirtió en un ícono, 

un ejemplo, 

un ideal. 


Carlos es respetado 

por su agudeza intelectual, 

su constancia en el estudio 

y la lucha, 

su terquedad 

y su manera fraternal 

de relacionarse 

con los combatientes. 


Su consecuencia 

es reconocida 

por todos los que le conocieron, 

incluyendo los enemigos.


Pero Carlos 

es sobre todo 

el estratega 

y constructor de una fuerza, 

de un contingente revolucionario 

que fue capaz de luchar 

de manera sostenida 

hasta conseguir 

la masiva incorporación del pueblo 

a la lucha 

y el triunfo revolucionario. 


Carlos es el líder indiscutible 

de la Revolución. 


Los problemas 

que se generaron 

por las contradicciones propias 

de una lucha compleja, 

no empañaron para nada 

su liderazgo indiscutible 

en todas las generaciones 

de militantes sandinistas.


Todos queríamos 

conocer a Carlos, 

todos soñábamos 

con trabajar con él. 


Y cuantos le conocieron 

relatan cosas positivas, 

detalles que siempre abonan 

a engrandecerlo. 


Lo definen como humilde, 

comunicativo, 

preocupado 

por los problemas de los demás, 

cuidadoso de los valores 

y del respeto 

a los seres humanos, 

incapaz de permitir 

privilegios para sí 

e intolerante 

con vicios 

que empañaban la conducta 

del militante. 


De alguna manera 

era un asceta, 

un místico.


A lo largo 

de nuestro programa radial 

“Entre todos”, 

nunca hemos dejado de preguntar 

a los participantes 

si conocieron a Carlos 

y qué pensaban de él. 


Les pedimos 

que nos contaran anécdotas. 

Por eso 

el nombre del Padre de la Revolución 

aparece prácticamente 

en todas las entrevistas, 

y de ellas 

se pueden extraer fragmentos 

de lo que significaba 

para cada uno de nosotros.


Carlos 

tuvo la lucidez 

de colocar tempranamente 

a Sandino 

como parte sustantiva 

de la nueva etapa de lucha 

que se abrió 

después del ajusticiamiento del tirano 

y del triunfo 

de la Revolución Cubana. 


Su paciencia y terquedad 

para estudiar la propia historia, 

analizar las experiencias 

de otros pueblos 

y desmenuzar 

las características 

de la sociedad nicaragüense 

y del régimen económico social 

que queríamos transformar, 

le permitieron apuntar 

con gran certeza 

en la dirección correcta.


Él es 

el principal autor 

del “Programa Histórico del FSLN”, 

pero también 

profundizó sobre la vía armada 

como método fundamental de lucha, 

sobre los actores fundamentales, 

el papel de los jóvenes, 

de los estudiantes 

e intelectuales, 

de los campesinos 

y de los obreros. 


Teorizó sobre el papel de la montaña, 

del campo, 

de la ciudad 

y de las organizaciones intermedias. 


Se ocupó 

de la importancia del programa revolucionario, 

de la formación de los cuadros, 

de las definiciones ideológicas. 


No hubo un tema 

que Carlos no estudiara 

y sobre los cuales, 

con una gran visión, 

no hiciera propuestas 

que apuntaran 

en la dirección correcta. 


Y el desenlace de la historia 

los confirmó 

casi en detalle, 

ya cuando él no estaba 

para ver realizados sus sueños.


Con el paso de los años, 

su figura, 

en vez de disminuir 

para los revolucionarios nicaragüenses, 

más bien se agiganta. 


Muchos tenemos la certeza 

de que si Carlos 

no hubiera muerto en el año 1976, 

otro sería el destino de la Revolución 

y del Frente Sandinista. 


De su muerte 

se dicen muchas cosas; 

lo más común, 

que Carlos jamás 

debió haber entrado a la montaña 

cuando la represión 

estaba en lo fino, 

porque él era casi ciego, 

porque ya era un hombre 

de más de cuarenta años, 

sin el entrenamiento necesario.


Su terquedad e insistencia 

en subir a la montaña 

es tal vez 

de los pocos reproches 

que le podemos hacer, 

un error que él expió 

con su preciosa vida. 


Es lo que 

el común del pensamiento 

reclama. 


Pero nadie podría asegurar 

que si no hubiera sido por ese viaje, 

hoy estaría vivo. 


El mismo día de su muerte 

cayeron en Managua 

Eduardo Contreras y Carlos Roberto Huembes; 

y un hombre como Pedro Aráuz, 

maestro de la conspiración 

y de las medidas de seguridad, 

cayó como un niño 

frente a la acción 

de los infiltrados 

que seguramente 

estuvieron 

detrás de su muerte.


Estábamos 

en una guerra a muerte, 

y ninguno, 

ni siquiera 

los que siempre se escondieron del combate, 

tenían asegurada la vida. 


Entonces 

lo único que podemos hacer 

frente a la realidad 

de su temprana partida, 

es estudiar su pensamiento, 

su vida, 

sus enseñanzas, 

y hacerlas 

nuestras estrellas luminosas 

que alumbren el camino 

en medio de la oscura noche.

*